lunes, 25 de octubre de 2010

Lunes

Borracha de sueño, creo, dormí cuatro horas, la sobredosis de canarias y una siesta dominguera desubicada conspiraron para que fueran las cinco am y mis ojos siguieran como dos huevos fritos. De todas maneras, la primavera sienta, porque me levanté a las nueve, salí a correr, trabajé sin par en poner a trabajar a marido (je! el secreto de mi éxito) y acá estoy, con unas energías insusitadas.

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